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Texto de la rueda de prensa

Los afectados por el forzoso traslado de las Escuelas de Morlans
RECURREN AL ARARTEKO
  • “Sentimos que nuestros hijos se pueden convertir en daño colateral del desencuentro entre las Administraciones”.
Los afectados por el traslado forzoso de las escuelas de Morlans – pertenecientes al Colegio Público Amara Berri – de manera provisional al edificio de la antigua Escuela de Comercio, antes de su definitiva ubicación en uno nuevo, que aún no se ha comenzado ni a construir, van a solicitar al Ararteko su mediación en el contencioso planteado, “al tratarse del típico caso en el que los ciudadanos sienten cercenados sus derechos por parte de la Administración”. Así lo han dado a conocer este martes, diez de mayo, en rueda de prensa celebrada en el propio centro escolar, Eli Alba, Blanca Zaragüeta, Emilio Martín y Gorka Reizabal, cuatro de los representantes de la comisión creada para buscar una solución negociada con el Ayuntamiento de San Sebastián y la Consejería de Educación del Gobierno Vasco, en la que fue su primera comparecencia pública.
“Hemos decidido saltar a la palestra – explicaron – después de haber tenido la deferencia de reunirnos primero con el alcalde de la ciudad, Odón Elorza, y el delegado de Educación del Gobierno Vasco, Juan Jose Aguirrezabala, y darles a conocer, primero, nuestra disconformidad con la decisión adoptada y luego, nuestra decisión de movilizarnos de diferentes formas, caso de que no se revoque una decisión, que a tenor de la palabras pronunciadas por ambos señores, parece firme e inamovible”.
Los representantes de Morlans explicaron prolijamente una larga historia de ocho años, desde que el tema fuera planteado. Según fue pasando el tiempo, la solución se fue dilatando y la situación, paraellos, empeorando. El edificio de la Fábrica de Gas, contiguo a la actual ubicación, el del Instituto de Peñaflorida y el posible derribo de la antigua Escuela de Comercio, para construir en su solar un nuevo edificio, fueron los diferentes jalones incumplidos, antes de que, hace apenas unos meses, se llegara al planteamiento que ahora se pretende imponer: el del traslado de las niñas y niños – de entre ocho y doce años – a Comercio, un poco remozado, y acometer al mismo tiempo, en el terreno adyacente, ocupado, en la actualidad por instalaciones deportivas, la construcción del nuevo colegio.
“Aceptamos un solo y definitivo traslado – aseguraron – pero no dos, el primero provisional en apenas dos años. Tenemos la profunda sensación de que nuestros niños pueden convertir en daño colateral del desencuentro de las dos Administraciones. No es de recibo que cuando este problema del traslado de la escuela tenía un papel protagonista en el desarrollo de esta historia, ahora se le quiera relegar a un rol marginal. Hay que pensar, además en la saturada densidad urbana que existe en la zona, y que se verá agravada primero, por las obras de nuevo edificio a escasos metros de donde deben estudiar y jugar los niños; y luego, porque, donde hasta ahora había tres inmebles habrá cuatro por un largo tiempo; pues además se pretende aprovechar también Comercio para ubicar después a los alumnos de Peñaflorida, cuyo edificio se va remodelar”.
Dijeron también que no tenía absolutamente nada en contra de la construcción de viviendas de protección oficial en el lugar en el que ahora se halla el centro.
El acuerdo firmado en el año 2000 entre Ayuntamiento y Educación, sólo contemplaba la salida de Morlans para ubicarse en el Peñaflorida, “pero desde entonces todo ha sido un rosario de bandazos y contradicciones, por parte de la Consejería de Educación. Además durante todo este tiempo, nuestros hijos ya han tenido que soportar las molestias por la enorme demora en la finalización del nuevo túnel ferroviario; un tiempo dilapidado estérilmente por ineficacia o desidia”.
Y como éste es, según ellos, “el típico caso en que los ciudadanos sienten cercenados sus derechos por parte de la Administración, es por lo que hemos decido acudir al defensor del pueblo vasco, es decir, a nuestro Ararteko, Iñigo Lamarca como mediador”.
Además de esta iniciativa, las gentes de Morlans han elaborado un programa de movilizaciones, entre las que destaca el próximo día 21 de mayo, sábado, en Alderdi Eder, “una cadena humana, que una el Ayuntamiento de San Sebastián y la Consejería de Educación, en la Calle Andía. Queremos simbolizar así que tenemos nuestras manos dispuestas para lograr que un entendimiento. Y es que, porque los edificios estén uno enfrente de otro, ello no quiere decir que las instituciones que ellos albergan tengan que estar necesariamente enfrentadas”.
Por último insistieron que se trata de trasladar niños de entre ocho y doce años y no muebles o cosas, “ y que sería altamente pernicioso para su educación el asistir en primera fila a un enfrentamiento entre sus padres y educadores y la máquinas que, “manu militari”, trataran de derribar el colegio en vez de llegarse a una solución negociada”.
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